Lo de ir a tomarse el aperitivo se está convirtiendo en lujo solo al alcance de algunos pocos y esos pocos son los habituales, porque cada vez es más caro. Aquello de salir el sábado, domingo o festivo de bares es más oneroso que una vuelta al mundo de lujo. Los últimos datos publicados en agosto por el Instituto Nacional de Estadística muestran que el precio de las patatas chips se ha encarecido un 11,2% más que en el mismo periodo del año pasado. Otro producto estrella en esta pequeña comida que también ha visto subir su coste es el queso, con un alza del 10,8% respecto a agosto de 2022, en cambio los frutos secos mantienen un incremento menos acentuado, con un 2,8%. En cuanto a las bebidas, el precio de los refrescos en general se ha incrementado un 12,3%, el del vino de uva un 4,8% y el de la cerveza rubia un 11,8%. El desembolso que tienen que hacer aquellos que prefieren acompañar el aperitivo con una cerveza sin alcohol o baja en alcohol también ha subido, en total, un 10,6% más que en el mismo periodo del año anterior.
