El alcalde de Cambados, Samuel Lago, ha conseguido, a través de una reunión telemática, que las Hermanitas de los Ancianos Desamparados suspendan durante tres meses su intención de vender el asilo, que actualmente tiene el servicio de residencia. Tiene, pues, noventa días para realizar una tasación del inmueble y sus terrenos, valorados por las monjas en 3,8 millones de euros, y tratar de convencer a la Xunta y a la Diputación, si se tercia, para proceder a su adquisición, dado que para el Concello, por sí solo, es imposible asumir semejante gasto. El asunto sobre el que pivotará todo es que se mantenga la residencia y que esta pueda ser pública, un servicio que, desde luego, hace mucha falta no solo en Cambados, sino en toda la comarca. A ver.
