parece difícil de creer que una gran ciudad no disponga de una biblioteca municipal en la que poder conseguir fondos, leer publicaciones o estudiar, especialmente en una época vacacional tras la cual los universitarios se enfrentan a los exámenes. Sin embargo, Ferrol comenzó el año sin ese servicio en horario de tarde. Solo se puede acudir a la biblioteca central –la única de las tres que tuvo la ciudad, en funcionamiento– por la mañana. Un vistazo al aulario de la Casa del Patín –UDC– a rebosar sirve para darse cuenta de la necesidad. La Cultura de Ferrol se ha ganado el carbón de Reyes.
