cerca de 48.000 empresas que presentan sus cuentas en los registros, el 7% en Galicia, pueden considerarse zombis. Estas empresas vulnerables presentan al menos dos ejercicios consecutivos en los que sus resultados fueron insuficientes para cubrir los compromisos derivados de su endeudamiento. Cabe esperar que el endurecimiento de los tipos de interés iniciado en 2022 provoque un incremento progresivo de este censo de empresas vulnerables. Una empresa zombi es aquella que presenta una rentabilidad baja o incluso negativa, incapaz de generar suficientes recursos para hacer frente a los costes financieros que conlleva la devolución de sus deudas. Estas empresas logran sobrevivir en el mercado mediante la refinanciación continua de su deuda. Su existencia puede llegar a condicionar el desarrollo de una economía, ya que en el largo plazo tienen un futuro incierto, multiplican en su actividad con el resto del tejido productivo los riesgos de impago y la prolongación de su actividad impide que los recursos se reasignen.
