el año se cerró con 2.500 personas menos inscritas en la Seguridad Social que en diciembre de 2021, un ejercicio en el que, aunque no se consiguió recuperar el nivel de 2019 (el año acabó con alrededor de 8.000 empresas menos), la evolución anual fue positiva. Así, pese al crecimiento económico del país (que el Gobierno sitúa por encima del 5%), la guerra, la inflación y el fin de la moratoria concursal provocaron un deterioro adicional en el tejido productivo, con 1.329.897 empresas a finales de diciembre de 2022, frente a las 1.340.415 que había en el mismo mes de 2019. Es decir, 10.500 menos. La recuperación no acaba de llegar de forma efectiva.
