Francisco Barea, presidente de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao, hombre prudente y comedido donde los haya, montó ayer en cólera y con toda la razón del mundo. Considera “decepcionante” que el comisionado del Corredor Atlántico de Mercancías no se haya reunido con el organismo que preside, ni con sus homólogos en Galicia —el Puerto de A Coruña, sin ir más lejos—, desde que accedió al cargo, en el mes de enero. El martes se vino a Santiago a un encuentro con la Confederación Gallega de Empresarios. Orillar al Puerto no es buena idea. Que Ferrol se quedase fuera sería inadmisible
