Y los problemas se van a agudizar. Hoy, la mayoría de los expertos asegura que la inflación va a continuar siendo alta aún muchos meses, lo que afectará a la renta disponible de los ciudadanos. Más si tenemos en cuenta que los tipos de interés aún suban algo más complicando la vida de hipotecados y endeudados. También a las cuentas públicas y especialmente a la partida dedicada al pago de los intereses restando fondos para ayudar a los millones de familias que afrontarán este último cuatrimestre del año con dificultades. Resulta, por tanto, irresponsable y manipulador contar a los españoles que todo va de maravilla, que no hay ningún problema. Máxime si el año próximo vuelven las reglas fiscales y el gobierno de turno, en lugar de hacer como Alemania, ni baja el gasto público ni reduce los impuestos, sino que al contrario sigue gastando y aumenta la carga impositiva como en su momento prometió a Bruselas para recibir los fondos. No va a ser fácil afrontar el coste de la vida en el corto y medio plazo.
