Así como el mar es una de las principales fuentes de riqueza en la Ría de Arousa, la tierra también lo es en la comarca de O Salnés. A las ya conocidas plantaciones de albariño hay que añadir también la huerta, con dos cooperativas que luchan por sobrevivir en un mundo globalizado y con una competencia feroz. Para ello es preciso organizarse para incrementar la producción de calidad y en este sentido, las empresas hortofrutícolas hacen un llamamiento para que no se abandone el rural. Precisan productores que aporten valor añadido para ganar nuevos mercados y hacer todavía más rentable la actividad.