El relevo generacional es inevitable en lo que a ocio nocturno se refiere. Cuando uno llega a un local y al mirar a su alrededor no encuentra a nadie de su edad, es momento de cambiar. Si se tiene a dónde. Hasta ahora, Chaston era el oasis en medio del mar de veinteañeros. Pero eso se acabó. Los que no se resisten a quedarse en casa por haber cumplido los sesenta tendrán que conquistar su sitio.
