Aunque el “palabro” nos suene ajeno, vivimos en un mundo de pictogramas. Nadie confunde el WC de señoras con el de caballeros, nadie se salta por inconsciencia una señal de tráfico, nadie bebe un producto con un símbolo que advierte de su toxicidad... Estos elementos son especialmente útiles e interesantes para las personas con trastornos del espectro autista u otro tipo de dificultades congnitivas. De ahí que la iniciativa de la ferrolana Vanesa Díaz, madre de un niño con TEA, se haya viralizado en la ciudad. El Centro Comercial Aberto A Magdalena o el propio Concello lo secundan. ¡Bravo!
