guste o no la verdad es que los vecinos de la avenida de Oza, como en algunos barrios más de la ciudad, están realmente hartos de los trapicheos que hay, pero sobre todo, de los hurtos. Las personas mayores temen salir a la calle y ser víctimas de tirones, como ocurrió días atrás cerca del Parque Europa y en algún lugar más de esta zona. Eso es lo grave. Sabemos de las carencias, de que es imposible poner un policía en cada esquina, en cada portal. Imposible, no habría fortuna para ello, pero sí exigir más presencia. Más control, y sobre todo, que al delincuente no le salga gratis delinquir. La ciudadanía exige seguridad, tranquilidad y vivir con sosiego, bastante tiene con irse a ganar las habas día a día para que después vengan unos pocos y acaben robándole lo poco que hoy se gana, bien de sueldo o de pensión. Aquí es donde deben de poner el acento los políticos, ofrecer a sus electores una solución a esta pandemia de delincuencia que se deja sentir un día sí y otro también en nuestra querida Coruña.
