El pasado fin de semana fue intenso en lo que a las labores de vendimia se refiere. Las bodegas recibieron ya el grueso de la fruta que esperaban y tan solo quedan ahora los últimos racimos para completar una recolecta que se situará en torno a los 41 millones de kilos en la Denominación de Orixe Rías Baixas. De ahí saldrá una añada que todo apunta a que mantendrá los parámetros de calidad de las anteriores, algo fundamental para mantener esta condición en los principales mercados nacionales e internacionales, con unas exportaciones al alza después de cada campaña.
