Diseñar campañas es un arte no carente de cierto riesgo. Al PP le pareció que montar una playa artificial y utilizar la coletilla “verano azul” iba de perlas para ilustrar tres ideas clave que pivotan en su precampaña: Que los azules se ven ganadores; cargar contra Pedro Sánchez por convocar elecciones en vacaciones, y bajar a la arena, al espacio público, alimentando así la caricaturización de un presidente incapaz de enfrentarse a la calle. No iba mal tirado. Pero claro, la imagen de la playa artificial, tela. Y lo de “verano azul” resulta que ya estaba cogido, dice RTVE. Quién se lo podía imaginar.