
Las fuertes ráfagas de viento y la lluvia imperantes durante buena parte de la jornada de fin de año provocaron numerosas incidencias en la Costa da Morte.
Las dotaciones de bomberos y las agrupaciones de voluntarios de Protección Civil tuvieron que trabajar sin descanso hasta que a última hora de la tarde del sábado amainó el viento, que a lo largo de esa jornada en la estación meteorológica de A Gándara, en Vimianzo, alcanzó velocidades de hasta 171,7 kilómetros por hora.
Esas rachas huracanadas derribaron árboles, provocaron daños en cubiertas, así como desprendimientos en cableados y ornamentación navideña.También resultaron afectados tendidos eléctricos y telefónicos, por lo que se registraron fallos en ambos servicios que, en algunos lugares, continuaron el día de Año Nuevo.
EDAR de Corme
En Corme la fuerza del viento arrancó parte de la cubierta de la depuradora de residuales. Los vecinos se quejan también por un cable que hay tirado en la Rúa dos Condes al entender que supone un peligro.
En Vimianzo la fuerza del viento hizo que volarán por los aires algunas planchas de un edificio de la Rúa do Candil, además de provocar desperfectos en la cubierta de una nave situada en el polígono industrial.
En el operativo desplegado para evitar que la incidencia provocase daños mayores resultó herido en la cara un bombero del parque de Cee.
En el municipio de Cerceda un eucalipto cayó sobre el tejado de una casa en construcción y varias carreteras resultaron afectadas por más incidencias de este tipo.