La escasez de suelo en el polígono de Bértoa está lastrando la implantación de nuevas empresas interesadas en asentarse en el municipio. Gracias a las bonificaciones en la compra de suelo puestas en marcha por Xestur en 2015, en los últimos años el crecimiento de la segunda fase del polígono carballés se ha disparado, una situación positiva que anima a muchos otros empresarios a querer desarrollar sus proyectos industriales y empresariales en Carballo pero, debido a que solo quedan tres parcelas disponibles, se ven obligados a optar por otros polígonos gallegos o de otras comunidades autónomas.
Es una situación que preocupa a la comunidad de propietarios, especialmente porque aunque ya se han puesto en marcha los procedimientos para ejecutar la tercera fase de la ampliación, la tramitación avanza con demasiada lentitud.
Desde la comunidad aseguran que los proyectos que quieren instalarse en Bértoa son de envergadura y que por tanto necesitan muchos metros cuadrados de superficie. La última, explican, precisaba 70.000 metros cuadrados de suelo industrial y ahora mismo la parcela de mayor tamaño disponible en el parque apenas supera los 7.200 metros cuadrados.
Esta situación podría verse paliada, al menos temporalmente, por la propuesta impulsada por la comunidad de propietarios ante la Consellería de Medio Ambiente para cambiar la clasificación de uso comercial a mixto de dos parcelas que suman 20.000 metros cuadrados para que puedan instalarse proyectos industriales, pero es “otro trámite que se está alargando más de lo deseable”, manifestaron.
En junio del pasado año salió a consulta la modificación puntual del plan sectorial y en agosto se publicó en el DOG el Informe ambiental estratégico, por lo que el procedimiento de Avaliación Ambiental Estratéxica está finalizado. Sin embargo, sigue sin publicarse la aprobación definitiva de la modificación.
Licitación
El anuncio de la licitación del contrato de redacción del proyecto de ampliación del polígono en el mes de octubre por parte de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda generó buenas expectativas entre los empresarios carballeses porque entendían que las cosas se ponían en marcha. No obstante, más de cuatro meses después el contrato sigue sin ser adjudicado, una circunstancia que genera “preocupación” y temen que el retraso en la adjudicación de la redacción del proyecto suponga “un retraso en la ejecución de las obras de urbanización y su posterior comercialización de las parcelas”, afirman.
Según el perfil del contratante de la Xunta de Galicia, el procedimiento de adjudicación no ha avanzado desde mediados de diciembre, cuando se convocó la primera reunión de la mesa de contratación. A la licitación solo se presentaron dos empresas: un estudio de arquitectura coruñés especializado en urbanismo y medio ambiente, y una consultoría de ingeniería y arquitectura con sede en el polígono de Narón. Solo una de ellas presentó la documentación completa, por lo que se admitió su oferta y se instó a la otra licitadora a subsanar los defectos. Desde entonces (17 de diciembre de 2021) no consta que la mesa de contratación se haya reunido de nuevo.
Una vez adjudicado, el plazo para redactar el proyecto de ampliación es de nueve meses, lo que supone que este año seguirán las carencias de suelo y puede que buena parte del próximo ejercicio, que deberá usarse para la compra de los terrenos privados que aún no son de Xestur y a la urbanización de los mismos.
