Aunque para muchos coruñeses el dios Momo sería un más que digno patrón de la ciudad, es la virgen del Rosario la que ostenta el cargo. Y no deja de ser peculiar que el día en su honor sea como cualquier otra jornada laborable. Esta anomalía se corregirá en 2026, cuando el 7 de octubre volverá a ser festivo. Y esperemos que se celebre como se merece.
