Al Gobierno central le va a costar vendernos la financiación singular de Cataluña como una medida justa, especialmente ahora que las comunidades hacen los cálculos de lo que perderían. La Xunta cifra en 444 millones de euros lo que dejaría de percibir Galicia con el nuevo reparto. Dinero para políticas de empleo o atención a la dependencia que no llegaría. A alguno debería costarle dormir por las noches.