El exclusivo usuario del Falcon (el lector notará la hipocresía del asunto), Pedro Sánchez, quiere que en España haya menos Lamborghinis y más transporte público. Quizá podría aprender del recordado ministro sueco Olof Palme, que, ante la declaración de un dirigente portugués de que con la Revolución de los Claveles pretendían acabar con los ricos, respondió que en su país querían acabar con los pobres. Pues eso. Por cierto, este año se han vendido 34 Lamborghinis en nuestro país.