Es probable que con esto de llevar el paraguas en la mano se hayan olvidado de que septiembre acaba de empezar. A veces somos de memoria frágil. Pero la realidad es que, con chubasquero o sin él, este verano climatológico ha sido uno de los más cálidos de la historia. Y todo esto, sin perder la condición de refugio climático, porque nos quemamos mientras estamos más fresquitos que el resto.