
Los trabajos de exhumación de los restos de las cuatro víctimas de la represión franquista que en septiembre de 1936 fueron enterrados en una fosa común del cementerio de Bértoa finalizaron en la tarde de este viernes.
Aunque habrá que esperar por los resultados de las pruebas de ADN para confirmarlo, todo hace indicar que los restos óseos encontrados pertenecen a Francisco Miguel Fernández Díaz, Juan Boedo Pardo, Pedro Pinilla Calvete y su padre, Pedro Pinilla Fraga.
Todos ellos eran republicanos y fueron asesinados por pistoleros fascistas. Finalmente, y gracias al arduo e impagable trabajo de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, todo apunta a que se han encontrado sus cuerpos, todos ellos con evidencias de muerte violenta.
Se han recuperado varios casquillos de bala y en uno de los cuerpos se han descubierto hasta cinco proyectiles.
Ahora los restos trasladados al laboratorio que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica tiene en Ponferrada, donde serán estudiados y se tomarán muestras de ADN para que puedan ser identificados genéticamente.
El Concello de Carballo ha colaborado en todo momento con el equipo de la exhumación para facilitar su labor. Algunos vecinos de Carballo se han acercado hasta el cementerio de Bértoa para mostrar su solidaridad con las familias y ofrecer cualquier tipo de ayuda al equipo de exhumación.