
La presente edición de Berocasión fue sin duda de menos a más, condicionada por los factores meteorológicos.
La feria del motor carballés arrancó el viernes con una jornada marcada por un persistente orballo.
Aunque ese día se hicieron las primeras ventas, lo cierto es que no hubo demasiada animación en la zona de Rego da Balsa.
El sábado la cosa mejoró, tanto en presencia de público como en número de operaciones.
La tendencia alcista culminó en la jornada dominical, pese al orballo que dominó en las primeras horas y a algún aguacero puntual que cayó a última hora de la mañana y al comienzo de la tarde.
A tan solo unas horas del cierre, las empresas consultadas– en total acudieron a la feria 18 marcas que pusieron en exposición alrededor de 500 vehículos– hacían un balance más que positivo.
Tanto quienes acudieron con un mayor número de unidades (unas 80) como aquellos que lo hicieron con cifras más modestas (entre 10 y 20 coches), coincidían en cifrar el número de ventas entre un 20 y un 30% del total de unidades aportadas.
Las cifras exactas se conocerán a principios de esta semana, toda vez que la Asociación de Xóvenes Empresarios de Bergantiños (Axober), organizadora del evento en colaboración con el Concello, tiene previsto reunirse con el sector para hacer balance y recoger sugerencias de cara a sucesivas ediciones.
En una valoración de urgencia, el presidente de Axober, Diego Iglesias, confirmaba a últimas horas de la tarde que la impresión general entre el sector era que la feria había resultado muy positiva a pesar de que el tiempo no ayudó, especialmente en la jornada inaugural.
El domingo también se temió lo peor al ver como empezaba el día, pero después esos temores se disiparon por completo y, tal y como se esperaba, acabó siendo el día de más visitas y de mayor número de ventas.