
Poco después de la siete de la tarde de este martes la Consellería de Medio Rural daba por controlado el incendio forestal que afectó a la parroquia coristanqueda de Couso, y también a la de Grixoa de Esternande (Santa Comba). Las llamas se originaron en Coristanco a las 14.07 horas y rápidamente se propagaron hasta ubicarse cerca de algunas viviendas, aunque la rápida actuación de los equipos de emergencia evitó que las mismas se vieran afectadas.
En la zona se desplegaron dos agentes, siete brigadas, cuatro motobombas y dos helicópteros que consiguieron estabilizar el incendio a las 16.49 horas, para casi tres horas después darlo por controlado. Las llamas calcinaron cuatro hectáreas.
Según explicó el alcalde de Coristanco, Juan García, se desconocen las causas del incendio. Indicó que el episodio, que pudo ser grave en un principio pero que no pasó a mayores, “tiene que servir para que la gente vigile y alerte de cualquier conducta que pueda tener malas intenciones”. “Tenemos que estar alertas y vigilantes”, afirmó.
Coordinación municipal
Precisamente García, junto a los otros alcaldes de la Costa da Morte se desplazaron este martes hasta A Coruña para participar en una reunión para reforzar la coordinación frente a los incendios forestales. Los encuentros, que se realizaron en varios turnos, por distrito forestal, fueron presididos por las delegadas territoriales de la Xunta en A Coruña, Belén do Campo, y Ferrol, Martina Aneiros, acompañadas por el jefe del servicio de Prevención de Incendios Forestais, Guillermo Acebal Lúcia, y el jefe del servicio de emergencias, Víctor Vázquez Pérez.
Las delegadas recordaron que “estamos ante unha situación excepcional, que obriga a dar prioridade absoluta á defensa das persoas e das vivendas naqueles lugares onde os incendios están a avanzar con especial violencia”.
Asimismo, las representantes de la junta incidieron en la importancia de mantener activa la coordinación y las vías de contacto entre las administraciones para poder hacer frente a las posibles amenazas que se presenten en las próximas semanas, “aínda que a situación na provincia da Coruña non reviste a gravidade da provincia de Ourense, non debemos baixar a guardia e seguir extremando todas as precaucións”.
Durante la reunión, las delegadas de la Xunta agradecieron la colaboración de los ayuntamientos y, al mismo tiempo, solicitaron a los alcaldes que extremen la vigilancia en zonas de especial sensibilidad, como áreas de interfaz urbano-forestal, espacios protegidos o lugares con elevada carga vegetal. También se les pidieron que revisen el estado de las fajas secundarias y que informen a los vecinos de la importancia de mantener estos espacios libres de biomasa.
Asimismo, se instó a los ayuntamientos a disponer de sus medios humanos y materiales preparados para ser activados en caso de emergencia, revisar los puntos de agua municipales y mantener operativas las brigadas municipales previstas en los convenios.
Finalmente, se les recordó la importancia de dar aviso inmediato al 085 ante cualquiera incendio y de seguir colaborando con el operativo de la Xunta, tal y como vienen haciendo habitualmente.
En esa misma línea, subrayaron que muchos de los fuegos que se están produciendo son claramente intencionados y que “quen pon en perigo vidas humanas e fogares atopará sempre a tolerancia cero por parte da Xunta, coa esixencia de que todo o peso da lei caia sobre eles”.
También seguía controlado el incendio en Nosa Señora de O, en Muxía, que comenzó el viernes. Según las últimas estimaciones afecta 23 hectáreas. Se movilizaron de manera acumulada para su extinción 4 técnicos, 29 agentes, 43 brigadas, 24 motobombas y un helicóptero.