
Carlos López y Santi Canedo, por este orden. Qué injusto y feo es personalizar en un deporte colectivo. Carlos, máximo goleador de los cinco grupos de la Segunda Federación, marcó el único gol del partido ante el Ourense CF. Santi, que enlaza dos partidos sin encajar, lo paró absolutamente todo en una segunda parte en la que el Bergantiños, infinitamente superior en el comienzo de partido, tuvo que apretar los dientes y sufrir.
Los diez primeros minutos fueron sensacionales por parte del equipo de José Luis Lemos, que arrolló al Ourense hasta el punto de obligar a un cambio de sistema a Rubén Domínguez antes de que se llegase al cuarto de hora de juego. El Bergantiños salió con el 1-4-2-3-1 habitual pero con la novedad de Meixús como central derecho, con Boedo en la mediapunta y Adri por fuera.
Nada más empezar hubo tres ocasiones en el área de Marqueta: Carlos, Pacheco y Boedo. Pero fue, quién si no, el pichichi, el que abrió la lata. Minuto 7. Una vez más, el Bergan consiguió superar la presión alta del Ourense. Remeseiro recibió en campo propio y jugó hacia delante para Adri. Palomares corría por fuera, pegado a la línea, y Pacheco había cortado hacia dentro buscando la espalda de Ebouka. Adri metió un centro no muy estético y el cuero acabó llegando al segundo palo sobre la línea de la frontal. Tafa no acertó a despejar y Nacho Fariña perdió el duelo con Carlos, que se llevó la pelota a trompicones y, ante la salida de Marqueta, metió la punta de la bota para colar el cuero entre las piernas del guardameta visitante. 1-0.
Rubén Domínguez no esperó ni quince minutos para realizar la modificación táctica que llevaba implícito el hecho de retrasar la posición de Jerín a central y, a la larga, esa decisión acabaría dando resultado. El conjunto ourensano se sacudió el asedio local y pudo coger aire durante unos minutos pero, superada la media hora, el Bergantiños volvió a la carga y tuvo dos ocasiones prácticamente consecutivas: la segunda de Pacheco de cabeza por encima del larguero en un centro lateral.
El inicio de segundo acto recordó al del partido contra el Compostela, en el que la escuadra santiaguesa había marcado nada más empezar. El Ourense también pudo hacerlo. En el 47, Santi Canedo dio rienda suelda a su recital de paradones con dos consecutivos. La falta de comunicación entre Tomé y Meixús permitió a Gil quedarse solo ante Santi. Intentó un picarlo ante el que se hizo gigante el portero carballés. La más inverosímil fue una a bocajarro en un cabezazo de Manu Rodríguez en el 74.
El Ourense CF ya estaba jugando con dos puntas –Amin y Borja Domingo– en un nuevo cambio de sistema. Lemos reaccionó al asedio visitante primero dando entrada a Quindimil y adelantando a Meixús y, poco después, apostando por tres centrales con la entrada (y debut esta temporada) de Agulló. El Bergan tuvo más estabilidad y aguantó el 1-0.