Mi cuenta

Las notificaciones están bloqueadas. ¿Cómo desbloquear?

Mi cuenta

Las notificaciones están bloqueadas. ¿Cómo desbloquear?
SaludIdeal

¡Dale un respiro a tus pies! Toca mimarlos tras el letargo invernal

El cambio de armario no es solo para la ropa, ¡los pies también lo notan! Y mucho. El Colegio Oficial de Podólogos de Galicia (COPOGA) nos pone sobre aviso: después de meses enfundados en botas y calcetines gruesos, la repentina libertad puede jugarnos una mala pasada. ¿El resultado? Callos rebeldes, hongos que se apuntan a la fiesta y ampollas traicioneras.

Zapato nuevo, ¿problema seguro?

Ojo con el cambio radical del calzado. Pasar de la bota a la sandalia de golpe puede generar rozaduras y molestias. Los expertos del COPOGA ofrecen la clave: una transición suave. ¿Su consejo? Alternar los primeros días el calzado cerrado con el abierto, apostando por modelos que sujeten bien el pie y dejen respirar la piel. "Hay que acostumbrar a nuestros pies poco a poco a la nueva exposición", nos advierten desde el colegio.

¡Cuidado con el esmalte eterno!

Los podólogos señalan, además, que los esmaltes permanentes, con su alta concentración de químicos, y el limado constante, pueden debilitar la uña, lo que abriría la puerta a infecciones de hongos o bacterias. Y ojo, bajo ese color tan bonito se pueden esconder señales de alerta importantes. "Los profesionales de la podología no se oponen a los esmaltados esporádicos, pero es importante dejar descansar las uñas para mantener su salud", aclara Ana Requeijo, portavoz del COPOGA.

¿Los riesgos? Uñas que se rompen con mirarlas, infecciones por pequeñas heridas mal curadas y hasta alergias a componentes como el formaldehído. La recomendación es clara: usarlos con cabeza, dejar que las uñas respiren entre manicuras y confíar en profesionales que utilicen productos de calidad

WhatsApp Image 2025 04 07 at 16.11.45
Una niña con los pies descalzos juega sobre un columpio I CEDIDA

Las "plagas" de la primavera en tus pies

Después del invierno, los pies están muy sensibles. Las durezas por el calzado apretado, la humedad acumulada y el roce inesperado pueden desembocar en:

  • Hiperqueratosis: callos molestos que no paran de recordar su presencia.
  • Pie de atleta: un picor infernal y una descamación que no pasa inadvertida (¡y contagiosa!).
  • Onicomicosis: los temidos hongos en las uñas.
  • Ampollas: las clásicas que se forman al estrenar calzado o por culpa de un zapato indomable.

Manual de supervivencia para pies felices

El COPOGA nos deja un decálogo de oro para mantener la salud de los pies:

Con unos cuidados sencillos, los pies estarán protegidos y listos para afrontar el calor sin molestias. Éste es el momento ideal para una puesta a punto profesional. El bienestar hoy garantiza la comodidad en cada paso. ¡Pies sanos, primavera feliz!